ENTREVISTA A ROXANE BUTTERFLY

Barcelona Dance: '¿Como podrías describir y resumir tu carrera como bailarina de claqué?'

Roxane: 'Soy conceptualista y una artista multi-disciplinaria cuyo principal medio de expresión es el 'tap'. Prefiero el uso de la palabra 'Tap' (la chapa) a la palabra 'claqué' usada de forma errónea.

Primero y antes de todo, soy una poetisa. Siempre he escrito y realizado películas (estudié para ser escritora ('screen writer') de películas). En los Estados Unidos soy conocida por ser una 'hoofer' termino coloquial para designar a los bailarines de tap que improvisan, aunque soy también coreógrafa. Considero que el Jazz es mi raíz, mi cultura adoptiva.

Me enamoré del tap (una raiz olvidada del árbol del jazz) porque me pareció como unos de las formas de arte más completa. Es como ser un músico y un bailarin al mismo tiempo y es una experiencia muy enriquecedora como artista. Bailo siempre con músicos en vivo.

En mi opinión, las agravaciones atenúan el lado sagrado de una actuación lo que para mi representa un acto supremo de amor y eso no puede engañar. En Europa y en otros continentes, también bailo en producciones multi-disciplinarias como 'physical perforner'.

El Tap es para mi un vehículo y la música una carretera. Puedo improvisar bailando con los pasos que aprendí con los maestros de la era del 'Bebop' y abrirme a otros estilos y dimensiones musicales tales como la música electrónica, el flamenco y la música árabe'.

Barcelona Dance: '¿Como empezaste a bailar y porque te especializaste en el claqué?'

Roxane: 'Encontré al legendario Bunny Briggs en un festival de Jazz en el sur de Francia en 1979 y me apasione por su estilo. Yo era una cria en aquel momento. Luego ví al maestro Bebop 'Jimmy Slyde' a quien volví a encontrar 11 años más tarde en un club de Jazz cuando me mudé a Nueva York. Jimmy me acogió bajo su ala cuando me vio bailar por primera vez con música en vivo. Hasta entonces me había formado yo misma, saliendo de un pueblo de Francia con muy poca información sobre el claqué. He tenido el privilegio de poderme beneficiar del aura y sabiduría de Jimmy Slyde hasta Mayo 2008. Jimmy falleció a los 80 años bailando prácticamente hasta el final de su vida'.

Barcelona Dance: '¿Nos puedes contar tu experiencia en Nueva York?'

Roxane: 'Hace casi 20 años que me fui y he pasado 7 años bailando en las calles. No tenía papeles y el hecho de ser una mujer me resultaba más difícil encontrar trabajo como bailarina de claqué. Un día el director de casting de unas de las empresas más importantes del 'showbiz' americano me vio bailar en la calle 72 de Manhattan y dejé las calles para bailar en el Hotel 'New York New York' de Las Vegas en el músical Hip Hop 'MaDhattan'.

Desde entonces, he actuado en diferentes entornos (circos, películas, teatros, club de jazz, festivales de World music y de danza contemporánea, conciertos de música experimental) y también para varias organizaciones de defensa de los derechos humanos tales como 'Women's Right', 'Peace in the Middle-East', y para la abolición de la escisión en África.

En los últimos años he podido financiar mis trabajos como coreógrafa gracias a la aportación de grandes fundaciones americanas (John Simon Guggenheim Foundation) que me permitieron también colaborar con artistas de España y de Marruecos.'

Barcelona Dance: '¿Cual es tu mejor recuerdo o experiencia como bailarina y cual fue el peor?

Roxane: 'Tengo muchos buenos recuerdos, sin embargo uno de los que tengo siempre en mi mente fué cuando actué en el 'Danny Kaye Playhouse' con el bajista Ron Carter y el 'New York Virtuosy Orchestra' a la ocasión del 'Duke Ellington Sacred Concert'. Otro recuerdo muy bueno fue bailar en la escuela de un pequeño pueblo marroquí en el desierto con un grupo de niños que tocaban tambores de manera increíble.

De mis recuerdos menos afortunados, mencionaría la vez que tuve que bailar justo después de salir del hospital para pagar un aborto o de abrir el 'GlobalFest' en N.Y. (un importante festival de música del mundo) con un tubillo estropeado, tal como mucho de mis colegas sin cobertura de seguridad social, no podemos permitirnos el lujo de dejar de actuar.'